dissabte, d’octubre 19

i si estas amb mi per sempre...

...Tengo clavada una espina, que me duele cada vez que te veo.

Me apasiona seguir viéndote, seguir hablándote... aunque me encantaría seguir besándote, pero tampoco quiero que desaparezca esta amistad.
Sé que me he equivocado muchas veces contigo, me he comportado de manera muy inmadura, y realmente yo no soy así.

Me pensé que el mundo sin ti, ya no valía la pena, que ya no era nada igual, y que sin ti, yo no quería seguir.
Pero a mí alrededor vi gente feliz, y yo también quería serlo. Creo que ahí maduré de golpe; quería vivir mi vida, quería formar una familia, y si tu habías decidirlo no hacerlo conmigo, no podía hacer nada,  lo comprendí y lo más importante, me hice a la idea y lo acepté. 

Has sido y serás lo más importante que me ha pasado, eso no lo cambiará nadie, ni tampoco quiero que lo hagan, para mi eres mi recuerdo más valioso.
No me importaría que volviera a pasar algo entre nosotros, es más, lo desearía; para qué mentirnos… Pero tampoco sé si es lo correcto, conservo un muy buen recuerdo, y no me gustaría que nada cambiase. Aunque si pasara, no creo que vuelva a pensar, que el mundo sin ti ya no merece vivirlo, me he dado cuenta que la vida sigue como tú quieres que siga, y que nunca debes tirar la toalla por nadie.

Quizás tenía esa espina clavada, porque nunca pude contarte esto, pero ya lo he hecho, y con todo lo que tú me dijiste cada día que pasa me siento más orgullosa de estar aquí. 

...Y si no comparto la vida contigo, no pasa nada,
me he dado cuenta que quizás mi misión en este momento es,
al menos, hacerte sonreír.